sábado, septiembre 20, 2025

"El Viaje Sideral de Ariel", cuento infantil juvenil, Mario Alberto Herrera Justiniano.

 


La poesía escribió en mí (clic)
Amores los de antes (clic)
Qué esperabas encontrar en este planeta gris? (clic)
Una mosca en la cara... (clic)
Inmenso y lejano es este amor (clic)
Esconde en su mirada... (clic)
Yo todavía soy hebreo... (clic)
Me olvidé de Dios (clic)
Sabrá Dios... (clic)

Storybook Gemini IA

Julio 2025, desembarco oficial de VIAJE SIDERAL de Mario Alberto Herrera Justiniano.


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PRÓLOGO de Edgar Lora Gumiel:

VIAJE SIDERAL Y LA POESÍA: UN ESTADO DE CONCIENCIA LIBERADOR

 

Para Mario Alberto Herrera la poesía es su traje de vivir, hecho a la medida y tejido con palabras que a veces son etéreas, volátiles, perfumadoras, pero que en otros momentos de la creación son fuego, dardo, espinas. “Yo no escribí poesía, amigos, la poesía escribió en mí”, exclama en uno de sus versos, regalándonos así un poemario que es un verdadero tratado del art poética que da respuestas abiertas, sin proponérselo, a quiénes se siguen preguntado qué es ser poeta o para qué sirve la poesía. Los que están más allá de la locura y la cordura podrán desnudarlo palabra por palabra.

 

Difícil tarea me ha encargado el autor: ¿cómo explicar con lenguaje concreto y racional lo que es abstracto y fantástico? Es muy complejo describir con objetividad aquello que se ha escrito con el alma, con lo esencial, con lo invisible del ser, con “estrategias y dudas de colibrí”. Seguramente, como expresa el poeta: ”Otros, aún más lúcidos, que leerán o escucharán estos versos, apenas sentirán latir su corazón...” Sin embargo, a mí sí me alteró las pulsaciones con arritmia de dudas y certezas, de paz y desasosiego.

 

Herrera no se celebra ni se canta a sí mismo, canta a la vida, al desconcierto, a la soledad y al amor que va y viene. Como Whitman, reniega, porque vivimos en una atmósfera de hipocresía y su voz lúdica y, a saltos, también solemne, penetra temas tan vitales como el amor, la política, la filosofía, la mística o el simple hecho de vivir. Su canto es un verdadero y profundo viaje sideral hacia el exterior que despega desde lo más profundo con su nave interior.

 

Como Hernández, huye de los soniditos y los adjetivos truculentos. El verso no lo lleva a la liviana urgencia del romanticismo de su tocayo Benedetti porque “su pasado poético -el de Herrera- ha sido truculento y tremendamente insurreccional, convertido en un grito desesperado de un tumor profundo...” Antítesis, paradojas, metáforas, originales, provocativas, van más allá de ser un experimento verbal en busca de efectos agradables, de versos impactantes. En realidad, sus poemas tienen su propia ruta, se abren caminos solos para abarcar y mezclar lo cotidiano con lo exquisito, lo vulgar con lo maravilloso, la realidad con el asombro, lo coloquial con la voz íntima.

 

Los poemas de Viaje Sideral brotan de un inspirado y comprometido cibernauta que escribe para los humanos, las plantas y los animales”. Y, a nosotros, los lectores humanos, nos lleva dócilmente, cautivados por una estela de palabras, hacia las bifurcaciones de laberintos mentales, existenciales, espirituales, resolviendo enigmas y abriendo incógnitas de nuestra propia existencia.

 

Mario Alberto se despoja de la aureola egocéntrica que busca el elogio incestuoso -tan común en la poesía actual-, y se lanza libre de ataduras, abriendo sus venas, hacia el desenvolvimiento del estado de conciencia del ser, hacia la búsqueda de una razón, un sentido para vivir, y encuentra en la poesía el vehículo, la oración, que lo acerca a la esencia de las cosas, a los arcanos más profundos del cielo y la tierra.

 

Tengo un negocio global que es el amor” -dice en un verso- y luego reafirma esta vocación absoluta con otra expresión que refleja su trabajo ascético, en la palabra, y su búsqueda mística en el contenido: “y siento un llamado a ir más allá de mi jaula y entregarme al amor con toda mi alma”.

 

¡Qué grande es el encuentro con la vocación! La de poeta insurrecto y la de místico peregrino, sobre todo cuando éstas se funden en la palabra y tejen el traje de astronauta de Mario. Lo cierto es que en este Viaje Sideral este poeta “se salió, se salió, se salió, hasta que se salió”.

 

 Edgar Lora Gumiel

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ACERCA DEL AUTOR

 

Ningún libro publicado recientemente,

ningún premio nacional o internacional recibido

en vida o después de la muerte...

 

Ningún poema traducido al sánscrito o al arypal...

 

Sin pasar por beato y por santo y no por falta de milagros...

 

Con pinta cumbiera y sonando un poco a hard rock,

huraño como poeta imaginario y loco...

 

Adicto al puré de papas

y guerrero conquistador de aceitunas y pickles

 

Así soy yo.

 

Mario Alberto Herrera Justiniano vivió con gran alegría la decisión de no publicar el presente libro VIAJE SIDERAL el año 2011. Pero luego, con el pasar de los años, le causó una gran pena no publicarlo pues así sólo aumentaba el desorden y el caos en su vida. Parte de los poemas de este libro fue incluida en su Antología Personal UNO SON SUFICIENTES y muchos otros de sus trabajos quedaron sin publicarse porque esta anhelada edición demoró todavía algunos años.

Se considera a sí mismo un poeta de vocación más que un poeta de oficio (es más un grillo nocturno con cantar matutino que un trovador aclamado) y parte del desarrollo de esa vocación lo llevó a través de los últimos 12 años a desarrollar una obra musical que ha sido publicada en diferentes plataformas como Mario Alberto Herrera - PROYECTO CURACIÓN que a la fecha tiene 6 álbumes (“Curación Rock 1 y 2”, “Curación Tranqui 1 y 2”, y “Curación Fiesta 1 y 2”).

Como se expresó en una anterior reseña, “a Mario Alberto Herrera Justiniano no lo trajo la cigüeña”, “lo dejó caer un puercoespín que volaba…” esa extraña descripción no es del todo exacta pero es la que considero más aproximada con respecto a éste personaje, tomando en cuenta que en algún momento también yo lo escuché decir “llegué a este planeta en condiciones sumamente difíciles”... Semejante victimización es un sinsentido inaceptable. Su pasado poético ha sido truculento y tremendamente insurreccional. Abandonar los hábitos monacales le llevó 2 meses el año 1993 y de ahí en más prosiguió con su dedicación a la ciencia del alma y al autoconocimiento, al culto de la poesía, cuenco en mano, tocando puertas, casa a casa… Conoció adicciones y también fue visitado por ángeles que le mostraron el nuevo camino. Uno de esos ángeles falleció el año 2024 y él la llamaba Sra Beby… Otro ángel fue el Sr. Santiago Bovisio “a quien no conoció en persona, pero sí conoció en su Obra: CAFH”.

 

En su empeño por naturalizar un lugar para el espíritu, ha tenido que arar ferozmente en su hemisferio izquierdo para poder competir y comprender lo incomprensible, el molde del que salió carecía del sabor de esas galletas y tenía en demasía la creatividad con emoción y sentimiento.

 

Oh Dios, ¿dónde se quedó mi traje de superhéroe? apenas voy, a lo gusano, escarbando en la maleza diamantes rechazados por la civilización...

 

Oh Dios, necesito respirar profundamente, esto que parece una función básica se ha convertido en un grito desesperado de un tumor profundo...

 

Oh Dios, insomnio recurrente de mi mitología, despierta y resucita en mí aun cuando se agoten los salvadores en tu inventario, y haz crecer la flor dormida en todo.

                                               Lectura del Poema, dar Clic 

 

Desprovisto de fama y con un ego muy grande que él nunca se atrevería a reconocer, sabe que su vida está ofrendada al servicio humano. Conociéndolo como lo conozco, aún me sorprende su humildad y su arrogancia, tomando en cuenta la iniciática desde donde proviene, sabe que este paso por la vida ha contribuido grandemente con todas sus otras existencias, y no se puede decir que cree en la reencarnación, pero aún se ve a sí mismo, amazónico, como un jaguar o como una sencilla capihuara.

 

¿Cómo lo conocí?, ¿Cómo vive? Ensayemos dudosos artes: Me pareció reconocerlo en una anécdota histórica en la cual un tal Alejandro lo asustó con su sombra; también creí estar cerca de él cuando, lanzallamas en mano y, de forma clandestina, intentó quemar Roma… Más me gusta recordarlo en su escuela El Jardín en el papel de Epicuro escupiendo margaritas en una obra de teatro en su colegio Marista, ahí me parece que empezó todo, en su ciudad natal, fue un mortal flechazo para un prometedor ajedrecista, ahí conoció una parte importante de su pandilla.

 

Actualmente está confinado en un hotel cinco estrellas que ya va perdiendo dos o tres en medio de luminosas buganvillas. Desde ahí se levanta cada mañana y bendice al universo. Tiene una familia maravillosa que ya no lo toma en cuenta casi en nada, su único hijo, su hijo amado, le acaba de dedicar hace unos días la más bella poesía que cada padre quisiera escuchar: “35 años en Cafh y no cambiaste nada” … Pero él prosigue la obra de expandir la conciencia con desacato y meditación, con obediencia y llamarada.

 

Con estas palabras, y sin querer alterar la valoración esencial de esta obra, dejo en vuestras manos a este autor que, por vocación, hace sus poemas, además de que los hace para los humanos, también los hace para los animales y para las plantas…

 

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Estos poemas, además de explicarse por sí mismos, incluyen en la presente Edición Digital algunos recursos multimedia, como la lectura del poema y un podcast del mismo (generado por NotebookLM).

Esta edición también contiene un código QR que permite al lector unirse a un grupo de WhatsApp para compartir con el Autor y con otros lectores sus propias visiones y experiencias con la lectura de este obra.

Además tiene un botón mágico que permite visualizar, de tiempo en tiempo, videos relacionados con el rubro.

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Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.  Julio 2025.    +591 77046154       maher100@gmail.com
Mario Alberto Herrera Justiniano.